Para la marca del Conejito, representa un privilegio contar con su belleza y talento en una sesión fotográfica realizada en nuestro país, específicamente en el mágico Barrio de los Sapos del estado de Puebla.
Originaria de Mar del Plata,
dejó ver gran parte de su personalidad en la conversación que mantuvo con Playboy LATAM y que forma parte del pictorial que se publica en la edición digital de la revista.
Te haces llamar bad influencer, ¿te llama el lado prohibido de la vida?
Me gusta lo distinto, lo único, lo que transgrede, lo que va más allá de lo que la gente ve. Eso para mí demuestra autenticidad. En mi caso, lo puse porque el concepto de influencer o influir en la vida de alguien, a veces es de forma positiva o negativa y yo creo que lo que transmito es animarte a demostrar lo que cada quien tenga ganas. A veces esto va en contra de muchos parámetros establecidos por la sociedad.
¿Qué te hace una mujer sensual?
Lo importante es lograr transmitir a mujer que cada una quiere ser. Si una se siente sensual y bella, todos en tu entorno lo verán. Obviamente desde sus perspectivas y gustos. Yo intento estar cada vez mejor conmigo misma y poder mostrarme tal cual soy.
¿Cómo te empezaste a relacionar con el modelaje?
Mi primer curso de modelaje fue a los 15 años. Y mis primeras fotos fueron como a los 8 años con mi papá, que también se desempeñaba en algunas ocasiones como modelo. De todas maneras, más allá de las producciones que hice, mi primer trabajo más importante fue a los 18 años en Ecuador como conductora. Desde ahí, todo se dio por el lado de la televisión hasta que me fui a México.
¿Te gustaba hacer entrevistas?
Empecé la carrera de periodismo pero lo dejé. Trabajé como panelista en Argentina y como conductora en un programa televisivo de Ecuador donde acostumbraba hacer entrevistas. Me gustó pasar por eso.
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