El gobierno de México y Tesla están cerca de anunciar un acuerdo sobre los planes del fabricante de vehículos eléctricos para invertir en el país, luego de que el Presidente Andrés Manuel López Obrador y el director ejecutivo de la firma, Elon Musk, sostuvieron una charla, dijeron funcionarios mexicanos.
El mandatario informó más temprano que hablaría con el “dueño” de Tesla. Los funcionarios confirmaron que se refería al magnate sudafricano.
Uno de ellos aseguró después de la llamada que Tesla vendría a México. Un segundo funcionario agregó que el acuerdo entre ambas partes estaba “un 90%” encaminado.
“La llamada salió muy bien”, comentó un tercer funcionario mexicano que solicitó el anonimato por no estar autorizado a declarar públicamente sobre el asunto.
Tesla no respondió a una solicitud de comentarios de Reuters.
La llamada se produjo luego de que López Obrador dijera la semana pasada que no concedería los permisos para construir una fábrica en Nuevo León -donde la firma con sede en Austin ha considerado invertir- porque “no hay agua”.
El mandatario quiere que Tesla se instale en el centro o el sureste mexicanos y ha esgrimido diversos factores, como la alta disponibilidad de agua o la cercanía a un nuevo aeropuerto que sirve a la capital.
La interferencia del mandatario ha dejado a la vista los fundamentos inestables del “nearshoring” en el país, aseguran analistas, en momentos en que México ha emergido como una alternativa para la instalación de fábricas cerca a Estados Unidos.
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