Sin daños catastróficos es como resultó el Centro de Readaptación Social (Cereso) del puerto de Acapulco, donde sus mil 700 presos resultaron ilesos por el impacto del huracán Otis.
Solo se registraron caída de árboles, vidrios rotos y colapso del sistema eléctrico, principalmente, además de daños en las áreas de recreación al aire libre, del área conocida como El Ceresito, donde están los reos de alta peligrosidad; y el sistema eléctrico colapsó por lo que se está usando una planta de energía.
A tres semanas del paso del huracán Otis, desde el exterior del penal se puede observar destruida la estancia para visitas instalada frente a la entrada del reclusorio, así como varios árboles caídos.
Para evitar algún contratiempo, es que la zona permanece resguardada por elementos de la Policía Estatal.
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