Una posible venganza entre grupos vinculados a la delincuencia fue la causa de los hechos ocurridos el pasado domingo en la comunidad San José de Gracia, en el municipio Marcos Castellanos, Michoacán.
Lo anterior fue expuesto por el subsecretario de Seguridad Pública de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Ricardo Mejía Berdeja, durante la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Destacó que desde el primer momento se entabló comunicación con la Fiscalía General del estado; con el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, así como con el Gabinete de Seguridad para contribuir a la investigación y esclarecer los hechos.
Por instrucciones del presidente de México y la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, se envió un grupo especial de apoyo en el marco de la estrategia Cero Impunidad.
Antes de describir los avances de la investigación, subrayó que hasta el momento no existen denuncias de familiares por casos de desaparición.
Relató que una diferencia personal y familiar entre Alejandro “N”, alias “El Pelón”, y Abel “N”, alias “El Toro” o “El Viejón” – ambos oriundos de San José de Gracia – pudo ser el motivo del ataque del que hasta el momento se desconoce el número de víctimas.
En 2018, explicó, el hermano de “El Pelón”, de nombre Ricardo, tuvo una riña en una cantina y fue asesinado, presuntamente por órdenes de Abel “N”.
Para diciembre de 2021, cuando Alejandro “N” ya estaba como jefe de plaza en otra entidad, cobra venganza contra Abel y asesina a su hermano, José “N”.
Derivado de eso, Abel “N” advierte que asesinará a Alejandro “N” y que por ningún motivo se presente en San José de Gracia. Sin embargo, arribó el domingo al poblado para el velorio de su madre Elisa.
“A los pocos minutos llegan varias camionetas con sicarios, al frente Abel ‘N’, alias ‘El Viejón’, y someten a los acompañantes de Alejandro ‘N’, alias ‘El Pelón’. Los desarman y los colocan, como aparece en algunos videos, afuera de una casa, en un portón”, mencionó el subsecretario.
De acuerdo con los indicios recabados, agregó, no se puede acreditar un fusilamiento ni una acción sincronizada para disparar.
A pesar de que ya pasaron 48 horas de la ejecución, aún no se tiene claro cuántas personas fueron asesinadas ni la ubicación de los cuerpos de las víctimas, que presumiblemente se llevaron los propios agresores y así complicar las investigaciones.
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