Entre las tragedias que han marcado la historia de la familia Pinal esta la muerte de Viridiana, hija de Sylvia Pasquel, y se mantiene como una de las más desgarradoras. A continuación, te contamos la historia detrás de esta trágica pérdida.
La tragedia ocurrió el 27 de octubre de 1987, cuando Viridiana García-Frade Banquells, conocida cariñosamente como “Viri”, perdió la vida a tan solo dos años de edad. La pequeña era hija de Sylvia Pasquel y el empresario Fernando Frade, quien en su juventud también fue pareja de Silvia Pinal. La muerte de Viridiana, producto de un accidente en su hogar, se convirtió en un golpe devastador para toda la familia.
Viridiana falleció en una casa que Sylvia Pasquel había rentado en la zona de San Jerónimo, al sur de la Ciudad de México. La propiedad, que contaba con un amplio jardín y una alberca, tenía varios detalles que resultaron ser peligrosos. Uno de ellos, un puente sin barandal en la parte trasera, fue el lugar donde la niña sufrió el trágico accidente.
El 27 de octubre de 1987 comenzó como un día común para la familia. La pequeña Viridiana acababa de regresar de su escuela maternal. Aquel día, Sylvia Pasquel y su pareja Fernando Frade decidieron salir para atender un problema personal y se dirigieron a hacerse una “limpia”. La hija de Sylvia Pasquel, Stephanie Salas, de 16 años en ese entonces, tampoco fue a la escuela ese día y se quedó en casa.
Al no querer dormir en su habitación, Viridiana pasó la noche anterior en la cama de su madre. Ese martes, mientras los adultos se ausentaban, Sylvia Pasquel le pidió a la empleada doméstica que vigilara a su hija. Mientras tanto, Stephanie decidió tomar el sol en el jardín de la casa. La tragedia ocurrió cuando Viridiana desapareció de la vista de todos.
La desesperación ante la desaparición de Viridiana
Al principio, los adultos no notaron la ausencia de la niña, pero pronto comenzaron a inquietarse. La empleada salió varias veces para vigilar a la pequeña, pero en una de esas ocasiones no la encontró y preguntó a Stephanie si sabía de su paradero. Fue en ese momento cuando comenzaron a buscarla por toda la casa.
El jardín, que era más grande que la propia casa, también tenía zonas peligrosas. La niña, mientras jugaba, había logrado llegar a la parte trasera de la propiedad, donde se encontraba el puente sin barandal. Fue allí donde Viridiana cayó a la piscina, un estanque que se encontraba en pésimas condiciones y lleno de aguas negras, debido a la falta de mantenimiento.
Después de una búsqueda frenética, alguien desde una ventana superior alcanzó a ver el cabello rubio de la niña flotando en el agua.
La empleada doméstica, desesperada, se lanzó a la piscina sin pensar en las condiciones del agua y sacó a Viridiana lo más rápido posible. Sin embargo, al intentar reanimarla, se dieron cuenta de que ya era demasiado tarde. La niña había estado sumergida durante más de media hora en las aguas contaminadas de la piscina.
En cuanto Sylvia Pasquel y Fernando Frade regresaron de su salida, la angustia era insoportable. Al llegar a la casa, se encontraron con la empleada gritando desesperada: “¡La niña! ¡La niña!”.
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