La legisladora federal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Melissa Vargas, propuso una medida para hacer el sufragio obligatorio, proponiendo sanciones como servicio a la comunidad, multas y la suspensión del uso de la credencial de elector como documento de identificación hasta que el individuo participe en el proceso electoral.
“El voto obligatorio con sanción genera un cambio en la cultura política de la ciudadanía. El voto obligatorio puede constituir un primer paso para transformar la cultura política, elevando con ello la calidad democrática y sirviendo para crear un votante comprometido con las prácticas del gobierno”, comentó.
Durante la sesión ordinaria de este miércoles, la representante del Partido Revolucionario Institucional (PRI) argumentó que el acto de votar es tanto un derecho como un deber, según lo establecido en los artículos 35 y 36 de la Constitución. Subrayó que la democracia mexicana se ha edificado sobre esta premisa.
A pesar de esto, señaló la ausencia de consecuencias para los ciudadanos que incumplen con esta obligación constitucional, un grupo que ha representado aproximadamente el 35% de los votantes en los últimos procesos electorales.
Vargas planteó que la implementación del voto obligatorio podría mejorar la representatividad de las elecciones. Argumentó que la participación voluntaria tiende a disminuir entre los jóvenes, los menos privilegiados y los menos informados, mientras que el voto obligatorio tiende a aumentar la participación en estos sectores de la población.
La legisladora explicó que, aunque las elecciones presidenciales registran el mayor nivel de participación, esta ha disminuido con el tiempo. Destacó la importancia de sancionar a quienes no votan debido al alto costo asociado con la organización de procesos electorales con baja participación, y para motivar a los políticos a desarrollar campañas más efectivas.
“Nosotros, los políticos, tendríamos que centrar las campañas en convencer a los electores a través de propuestas y no gastar recursos en movilizar a la ciudadanía, porque ya estarán obligados a acudir a las urnas. Los ciudadanos por su parte se involucrarán más en los asuntos públicos, porque tendrían incentivos para hacerlo, debido a que tienen que tomar una decisión el día de las elecciones“, resaltó.
La diputada del PRI señaló que entre 1988 y 1994, el promedio de participación en las elecciones presidenciales alcanzó el 78%, mientras que en los dos últimos procesos fue del 63% y 63.4%, respectivamente.
Subrayó que en países de la región como Uruguay, Argentina, Ecuador y Bolivia, donde el voto obligatorio está sancionado, los niveles de participación electoral son significativamente más altos, llegando en algunos casos hasta el 90%.
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