La madrugada del lunes 19 de mayo, la tranquilidad de San Bartolo de Berrio, una comunidad al norte de Guanajuato, fue violentamente interrumpida. Hombres armados a bordo de varios vehículos irrumpieron en la plaza principal y abrieron fuego contra un grupo de personas reunidas en el lugar. El saldo fue devastador: siete personas asesinadas, entre ellas menores de edad.
El ataque ocurrió alrededor de las 2:30 de la mañana, según confirmó el gobierno municipal de San Felipe. Las primeras llamadas al 911 reportaban intensas detonaciones de arma de fuego en el corazón de la comunidad. Al llegar, las autoridades encontraron una camioneta con impactos de bala y los cuerpos de las víctimas tendidos en el jardín central.
Vecinos relataron que escucharon una ráfaga prolongada de disparos. Más tarde, la escena confirmaría la magnitud del ataque: cerca de cien casquillos percutidos esparcidos por la plaza. La Fiscalía General del Estado acudió a realizar el levantamiento de los cuerpos, una tarea que se extendió durante varias horas de la mañana.
#Guanajuato | Siete jóvenes fueron asesinados a balazos cuando convivían en la Plaza Principal, de la comunidad San Bartolo de Berrios, en el municipio de San Felipe. Dos de las víctimas, eran hijos del delegado de la comunidad, Alfonso Tapia.
Lee más aquí:… pic.twitter.com/nR9eYrUfVS
— Periódico AM Noticias (@periodicoam) May 19, 2025
Pocas horas después, mantas con amenazas y mensajes firmados presuntamente por el Cártel de Santa Rosa de Lima aparecieron en distintos puntos del municipio. Los mensajes, dirigidos contra el Cártel Jalisco, refuerzan la teoría de un ajuste de cuentas entre grupos criminales rivales.
La violencia no se detuvo ahí. Ese mismo fin de semana, en la comunidad de Mexicanos, dentro del municipio de Villagrán —también al norte del estado—, se registraron otros dos homicidios.
Esta masacre ocurre apenas días después de la visita oficial a Guanajuato del secretario de Seguridad federal, Omar García Harfuch, y del general Ricardo Trevilla, titular de la Sedena. Ambos estuvieron en Irapuato junto a la gobernadora Libia Dennise García para revisar cifras de homicidios y ajustar la estrategia de seguridad.
San Felipe es una zona marcada desde hace años por la violencia derivada de la disputa entre organizaciones criminales que se disputan el control del narcomenudeo, el robo de combustible y otras actividades ilegales.
Tras confirmar el ataque, el gobierno municipal pidió a la ciudadanía colaborar con las autoridades y reportar de manera anónima cualquier actividad sospechosa. Hasta el momento, no se ha informado sobre personas detenidas en relación con estos hechos.
Comentarios
0 comentarios
