Mona, la influencer chola, dejó con la boca abierta a sus seguidores en Instagram, ya que tuvo la ocurrencia de hacerse una sesión fotográfica desde el baño de su casa y frente al espejo (un clásico).
Lo interesante de las imágenes radica en que utilizó su lencería negra de transparencias, muy ad hoc para encender la llama de la pasión; sin embargo, tuvo que colocar emojis en los lugares estratégicos para que la red social no la censuraran.
Marisol Rodríguez Salazar, nombre real de la joven, publicó 3 instantáneas por separado y sólo se limitó a escribir un escueto «buenas noches».
Esto fue suficiente para que sus más de 752 mil seguidores se alborotaran y le enviaran todo tipo de mensajes cargados de cariño, además de los acostumbrados likes que todo admirador deja cuando encuentra algo agradable.
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