En medio del ajetreo de las campañas electorales que inundan las calles y avenidas de varias ciudades del país con propaganda política, un grupo de jóvenes en Hermosillo ha encontrado una manera innovadora de darle un uso más significativo a estos materiales.
En la urbe de Sonora, donde las leyes como la de “No más pendones” intentan regular la proliferación de carteles en postes de luz y esquinas, aún persiste la presencia abrumadora de esta publicidad en muchos espacios públicos.
Sin embargo, en lugar de ver estas propagandas como meros desechos, estos jóvenes han optado por convertirlas en algo útil y con impacto positivo en la comunidad. Inspirados por la necesidad de ofrecer refugio a los perritos callejeros que enfrentan condiciones climáticas extremas, han lanzado una iniciativa creativa y solidaria.
La convocatoria, que se viralizó por primera vez en 2021 y ha sido retomada para este nuevo período electoral, invita a la comunidad a derribar los carteles políticos y utilizarlos para construir pequeñas casas para los perros sin hogar.
En las redes sociales, se pueden encontrar numerosos ejemplos de cómo los usuarios están doblando y ensamblado los carteles de manera ingeniosa para formar estructuras que sirvan como refugio para los animales. Reforzando las esquinas con palos de madera, estas casitas improvisadas proporcionan un resguardo contra el sol, el calor extremo y las lluvias repentinas que tanto afectan a los perros callejeros.
Esta iniciativa no solo ofrece una solución práctica para un problema real en la comunidad, sino que también contribuye a reducir el impacto negativo de la propaganda política en el medio ambiente y en el paisaje urbano. Al transformar estos materiales en refugios para los animales, los jóvenes demuestran el poder de la creatividad y la solidaridad para generar un cambio positivo en su entorno.
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