Treinta años después de su debut en el Salón del Automóvil de Ginebra, el Ferrari F50 ha sido el eje de un recorrido conmemorativo que reunió a sus propietarios en un entorno que combina historia, paisajes sinuosos y una tradición automotriz profundamente arraigada. Bajo el nombre F50 Legacy Tour 2025, la marca italiana organizó una actividad que conectó diferentes puntos de la Toscana con Maranello, entre el 6 y el 10 de mayo, como parte de una serie de eventos dedicados a modelos emblemáticos de su historia.

La ruta inició en Saturnia y atravesó zonas como la Maremma, las colinas de Siena y los tramos del Apenino tosco-emiliano. El cierre del tour se realizó en la sede de Ferrari, donde los participantes accedieron al circuito de Fiorano, utilizado por la escudería para desarrollo técnico desde los años setenta. Este evento se suma a los recorridos previos realizados en homenaje al F40 (2023) y al GTO (2024), en el marco de una iniciativa que busca preservar la memoria técnica y mecánica de sus superdeportivos más significativos.
Con una producción limitada a 349 unidades, el F50 fue concebido para reflejar de forma directa la transferencia de tecnología entre la Fórmula 1 y los modelos de calle. Su motor V12 atmosférico de 4.7 litros, derivado de los monoplazas de competición, se instaló en posición central trasera sobre un chasis monocasco de fibra de carbono. Sin asistencias electrónicas, con suspensión de varillas empujadas montadas horizontalmente y sin dirección asistida ni ABS, el F50 fue pensado para ofrecer una experiencia de conducción cruda, orientada al purismo mecánico.

La ficha técnica del modelo es elocuente: 520 caballos de potencia a 8500 rpm, un par de 471 Nm a 6500 rpm y una aceleración de 0 a 100 km/h en 3.87 segundos. Con una velocidad máxima de 325 km/h, sus dimensiones alcanzan los 4.48 metros de largo, 1.98 de ancho y apenas 1.12 de alto. El peso en seco es de 1230 kilogramos, distribuidos sobre una distancia entre ejes de 2580 mm. La caja de cambios es manual de seis velocidades, con doble embrague, y el depósito de combustible ofrece una capacidad de 105 litros.
Durante este encuentro, también se presentó una edición específica del neumático Pirelli P Zero Corsa System, fabricado para el F50. Con medidas 245/35 R18 al frente y 335/30 R18 atrás, estos neumáticos incorporan compuestos actuales que permiten conservar la respuesta original del vehículo, al tiempo que mejoran la seguridad y el rendimiento bajo condiciones contemporáneas. Como distintivo, cada unidad incluye en su flanco la leyenda “Ferrari F50 – Legacy Tour 2025”, aunque su desarrollo se mantuvo dentro de los parámetros de estabilidad y rigidez exigidos por el diseño original.

El F50 fue introducido en 1995 como anticipo del quincuagésimo aniversario de Ferrari. Su enfoque se alejó deliberadamente del confort y la asistencia al conductor, priorizando una experiencia directa, casi de competición. El techo tipo targa desmontable y la ausencia de elementos de ayuda resaltaban esa intención. Hoy, tres décadas más tarde, su presencia en este recorrido no responde a la nostalgia, sino al interés técnico que sigue despertando entre especialistas y entusiastas.
Más que un evento festivo, este tour sirvió como espacio de documentación activa sobre un modelo que, pese a las controversias en su momento, sintetiza con precisión una etapa específica en la evolución tecnológica del automóvil deportivo. Al final del recorrido, el paso por Fiorano no sólo ofreció una vuelta simbólica al origen del modelo, sino también un ejercicio de recuperación histórica desde el terreno: el único lugar en el que un automóvil como el F50 cobra pleno sentido.
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