En los últimos años, los indicadores del mercado laboral para las mujeres mexicanas han experimentado mejoras; no obstante, persiste una marcada brecha en comparación con los hombres.
De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Inegi correspondientes al cuarto trimestre de 2023, la tasa de participación laboral femenina, que representa a aquellas que integran la fuerza laboral en relación con las que están en edad de trabajar, alcanzó un 46.5%, marcando la cifra más elevada registrada.
De manera simultánea, la tasa de necesidades de empleo para las mujeres, que engloba a desocupadas, disponibles para trabajar y subocupadas, se situó en un mínimo histórico del 20.9% de la fuerza laboral en 2023.
Es relevante señalar que la tasa de informalidad laboral para las mujeres se ubicó en un 55.8% de las ocupadas, representando la segunda cifra más baja registrada por el Inegi para este grupo.
A pesar de estos progresos laborales para las mujeres, la brecha con los hombres sigue siendo considerable: la tasa de participación masculina es del 76.4% de la población en edad de trabajar, la tasa de necesidades laborales es del 14.5% de la fuerza laboral, y la tasa de informalidad alcanza el 54.1% de los ocupados.
Adicionalmente, las mujeres también experimentan tasas más elevadas de pobreza y menores ingresos promedio en comparación con los hombres de manera generalizada.
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