La policía suiza arrestó a varias personas involucradas en el uso de una cápsula de “asistencia al suicidio” para ayudar a una mujer de 64 años y originaria del medio oeste de Estados Unidos, a quitarse la vida el 23 de septiembre.
Este dispositivo, conocido como “Sarco”, funciona como una pequeña cabina donde el usuario se acuesta y responde a preguntas para confirmar su decisión y al presionar un botón libera nitrógeno, causando la pérdida de conocimiento en minutos, según The Last Resort, la asociación que promueve el dispositivo.
Se presume que la mujer padecía de problemas de salud graves relacionados con una deficiencia inmunológica, por lo que optó por hacer uso de la cápsula diseñada por Philip Nitschke, un ex médico australiano.
A pesar de que el suicidio asistido es legal en Suiza bajo condiciones específicas, el uso de la cápsula sin asistencia médica generó controversia desde que se informó sobre su posible implementación.
La ministra del Interior suiza, Elisabeth Baume Schneider, afirmó que “la cápsula de suicidio Sarco no cumple con la ley”, ya que no respeta los requisitos de seguridad de productos, por lo que se abrió un proceso penal por incitación y asistencia al suicidio y el dispositivo fue incautado.
Fiona Stewart, abogada de The Last Resort, defendió que la organización ha actuado basándose en asesoramiento legal que consideraba el uso de Sarco como legal desde 2021.
Por su parte, Florian Willet, copresidente de la asociación, estuvo presente durante el fallecimiento y lo describió como “pacífico, rápido y digno”.
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