El Gobierno mexicano buscará quedar fuera del nuevo arancel del 50% al acero y al aluminio que anunció la administración del expresidente Donald Trump. Así lo confirmó este martes el secretario de Economía, Marcelo Ebrard.
“Vamos a pedir el viernes que México sea excluido”, declaró Ebrard a medios, calificando la medida como “injusta, insostenible e inconveniente”.
Y es que México es especialmente vulnerable: el 80% de sus exportaciones van directo a Estados Unidos, su principal socio comercial.
Ebrard argumentó que imponer aranceles a un producto con el que EE.UU. tiene superávit con México —más exportaciones que importaciones— simplemente no tiene lógica.
Según datos de la industria, al cierre de 2024 Estados Unidos tenía un superávit de 2.4 millones de toneladas de acero.
El nuevo decreto de Trump eleva los aranceles de 25% a 50%, al considerar el acero y el aluminio sectores estratégicos.
Canadá lidera como principal proveedor de acero para EE.UU., seguido por Brasil y México, cuyas exportaciones abastecen sectores clave como el automotriz y la construcción.
Aunque México evitó los llamados «aranceles espejo» impuestos a otros países durante la gestión de Trump, sigue enfrentando barreras en estas industrias, incluyendo la automotriz.
Cabe recordar que cerca del 90% del comercio entre México y EE.UU. está libre de aranceles gracias al T-MEC, cuyo proceso de revisión iniciará entre septiembre y octubre de este año.
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