El famoso cantante R. Kelly fue sentenciado a 30 años de prisión el pasado miércoles por usar su estrellato para someter a sus jóvenes fans y algunos menores a abusos sexuales sistemáticos, así lo determinó un jurado.
El artista de 55 años fue encontrado culpable de extorsión y otros cargos luego de un juicio que comenzó el año pasado justo cuando estalló el movimiento #MeToo.
La indignación por la conducta sexual inapropiada de Kelly con mujeres jóvenes y menores de edad fue alimentada en parte por la serie documental ampliamente vista “Surviving R. Kelly” («Sobreviviendo a R. Kelly»), que le dio voz a acusadoras que se preguntaban si sus historias fueron ignoradas anteriormente porque eran mujeres negras.
El jurado condenó al creador del éxito “I Believe I Can Fly” después de escuchar cómo usó su séquito de managers y asistentes para conocer chicas y mantenerlas obedientes, una operación que, según los fiscales, equivalía a una empresa criminal.
Las víctimas alegaron que se les ordenó firmar documentos de confidencialidad y que las sometían a amenazas y castigos, como azotes violentos, si rompían lo que una de ellas llamó las “reglas de Rob”.
Kelly ha estado encarcelado sin derecho a fianza desde 2019. Además de que enfrenta cargos de pornografía infantil y obstrucción de la justicia en Chicago, donde el juicio comenzará el próximo 15 de agosto.
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