Una operadora española del call center Konecta llamada Inma, de 57 años, falleció el martes al mediodía por un infarto en medio de su jornada laboral.
El servicio de emergencias de Madrid llegó con seis vehículos veinte minutos después de su muerte, y su cadáver permaneció en su cubículo, custodiado por policías, mientras que los trabajadores seguían con sus labores.
Según el diario El País, fuentes de la Confederación General del Trabajo de España (CGT) afirmaron que algunos compañeros ni se habían percatado de la situación, y uno que se acercó a las autoridades del call center para preguntar si podía retirarse recibió la orden de continuar bajo el pretexto de que su trabajo es “un servicio esencial”.
Levantó la mano desde su cubil en el Call-Center: se le paraba el corazón.
Murió desplomada sobre su mesa de trabajo.
Estuvo allí casi 3 h.
No desalojaron.
Entre sollozos, sus compañeras siguieron trabajando: “Iberdrola, en qué puedo ayudarle?”#Capitalismo de mierda.
DEP Inma pic.twitter.com/1wOJIE0WaU— Nacho Molina ۞ (@jimolinaarroyo) June 20, 2023
Según esta versión, todos debieron seguir con su labor junto al cuerpo de Inma hasta que una hora y media después llegó la responsable de prevención de riesgos laborales de Konecta, quien dio la orden de evacuación.
La mujer fallecida llevaba más de 15 años trabajando en la empresa y no se conocen las causas por las que tuvo el infarto. De todos modos, las revisiones médicas a cargo del call center presuponen riesgos físicos para la columna, el oído o la garganta.
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