Ante la ola de violencia que ha vivido en la ciudad de Chilpancingo en el estado de Guerrero, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se limitó a hacer un llamado a los pobladores de la región de Chilpancingo para que no se dejen manipular por los grupos delincuenciales, sin que diera a conocer alguna estrategia para restablecer La Paz y la seguridad en la región.
Dicha declaración ocurren unas horas después de que transportistas y pobladores de distintos municipios del estado de Guerrero, supuestamente ligados al grupo delictivo Los Ardillos, realizaron protestas violencias en Chilpancingo y por segundo día consecutivo boquean en su totalidad la Autopista del Sol.
“Quiero hacer un llamado a la gente de esta región de Guerrero, de Chilpancingo, de Chilapa, de estas comunidades a que no se dejen manipular por quienes dirigen estas bandas vinculadas a la delincuencia. Que no se expongan, porque si los obligan, los amenazan, que actúen con prudencia, con cuidado, que no se confronten con los dirigentes de estos grupos, que se queden callados, pero que no se dejen manipular porque es una práctica de algunos grupos de la delincuencia, van creando una base social de apoyo”, indicó.
“La gente no quiere ser utilizada por la delincuencia, además, ya no hay motivo: primero porque se atiende a los pobres, como nunca, y los de Guerrero de esta región lo saben y yo no digo mentiras”, expuso.
López Obrador dejó en claro que su Gobierno no será rehén de nadie: “que no se esté pensando que somos represores, como eran los de antes”.
Transportistas y pobladores de distintos municipios del estado de Guerrero, supuestamente ligados al grupo delictivo Los Ardillos, retuvieron a una decena de policías estatales y agentes de la Guardia Nacional, además de un camión blindado y causaron destrozos en la ciudad de Chilpancingo, capital del estado, en una protesta que causó el colapso y el caos en la región.
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