Ya se cumplieron seis meses del impacto del huracán Otis que golpeó con toda su fuerza al puerto de Acapulco durante los primeros minutos del 25 de octubre, con rachas de viento de más de 300 kilómetros por hora, y hasta el día de hoy, la normalidad del puerto no ha podido recuperarse.
Los avances en la reconstrucción se miden en negocios abiertos y en cuartos de hotel recuperados, pero según la Cámara Nacional de Comercio, a las grandes cadenas les está costando reabrir los negocios porque sus inversiones son mayores.
La zona Diamante, por donde impactó el meteoro, sigue en su mayor parte dañada, con 45 mil viviendas en un proceso de restauración muy lento.
Hay menos de diez mil habitaciones rehabilitadas. Y unas 15 mil no están dando aún servicio.
La Cámara Nacional de Comercio y Servicios Turísticos informó que mil 800 negocios han iniciado su reactivación económica, 480 negocios siguen cerrados. Algunos han sido desmantelados por completo.
No hay centros comerciales, no hay cines. En las calles gran número de semáforos no funcionan; mientras que 12 mil empleos directos se perdieron y muchos más dejaron el puerto de Acapulco ante la imposibilidad de obtener ingresos.
Sólo 40 % del puerto está activado, el 60 % está en diversas etapas de reconstrucción o no la han podido comenzar, a medio año de la devastación.
Hasta el día de hoy se cuentan al menos 52 muertos y 32 desaparecidos. Al menos 250 mil familias han recibido ayuda del gobierno, con una inversión de 61 mil millones de pesos, pero para muchos habitantes los avances en la reconstrucción han corrido por su propia mano.
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