Las desarrolladoras de viviendas en México reportaron pérdidas multimillonarias en el ejercicio del 2021, señalando que fueron cerca de 19 mil millones de pesos los que se perdieron, esto, debido al retraso de nuevas obras y los efectos de la inflación que golpearon a los costos de la construcción e incrementaron el precio de las viviendas, lo que provocó una caída de 6 por ciento en la venta de inmuebles residenciales en comparación con el 2020.
De acuerdo con datos de la consultora inmobiliaria Softec, la vivienda social de menos de 500 mil pesos fue la más golpeada con una caída del 22 por ciento al reportar una pérdida por más de 7 mil 938 millones de pesos, afectada por la falta de permisos y licencias, cierres parciales de oficinas, así como requisitos más estrictos por parte de organismos financieros al otorgar créditos para construir.
“No es un secreto que la vivienda social en todo el mundo requiere de un impulso, por no llamarle de un subsidio importante del Estado. No es que los desarrolladores no queramos hacerla, es que no podemos operar a pérdida, somos empresas”, dijo Yuri Zagorin Alazraki, presidente de la Canadevi Valle de México.
Además destacó que ante el cierre de la llave de subsidios desde el inicio de la actual administración, la iniciativa privada y algunos gobiernos locales están buscando la forma de reactivar la construcción de vivienda asequible o de mayor acceso en zonas donde el valor de las viviendas se ha disparado.
Agregó que otro de los factores que afectan estas caídas en ventas es que los salarios de miles de trabajadores están por debajo del valor de producción de una vivienda, mientras que la vivienda social o económica deja a los desarrolladores márgenes de venta del 10 por ciento en retorno anual.
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