En 2019, la vida de María Elena Ríos sufrió un ataque con ácido sulfúrico que le dañó el rostro y parte de su cuerpo, por lo que ella exigió a las autoridades la detención de su agresor, el hijo del ex diputado del PRI, Juan Antonio Vera Carrizal.
Tras este trágico incidente, la saxofonista denunció que se lo ha encontrado en las calles, sin que las la policía tome cartas en el asunto y liberen la orden de aprehensión en su contra.
Incluso, en mayo de 2021, la joven lanzó un video a través de su cuenta de Twitter en el que dijo, “Ha pasado 1 año y ocho meses desde que intentaron matarme con ácido, el quinto feminicida sigue libre. No podré comenzar a recuperar mi vida si junto con mi familia vivimos con miedo porque mi agresor sigue libre”, señaló.
Sin embargo, el pasado fin de semana ella fue invitada por la banda La Maldita Vecindad para unirse al escenario con ellos en el Vive Latino 2022, donde Ríos interpretó junto a la Maldita una de las canciones más emblemáticas de la agrupación, “Kumbala”, en la que el saxofón es uno de los instrumentos principales.
Malena pasó meses hospitalizada en el Instituto Nacional de Rehabilitación de Quemados de la Ciudad de México, pero su recuperación se ha extendido desde entonces hasta la fecha, buscando reducir las marcas que la violencia dejó en su rostro.
Su participación en el escenario del Vive Latino, uno de los festivales más importantes del país, representa entonces para María Elena Ríos no sólo un logro personal, sino un renacer simbólico de una agresión que va más allá del ácido que disolvió su piel, hasta la violencia ejercida por instituciones de justicia que obstaculizaron su derecho a la justicia.
Comentarios
0 comentarios