Como una estrategia médica enfocada a detener los contagios de la variante Ómicron entre sus ciudadanos, es que Israel comenzará a aplicar la cuarta dosis de la vacuna contra Covid-19 en persona mayores de 60 años y a trabajadores de la salud, cuando por lo menos hayan pasado cuatro meses desde que recibieron la tercera dosis.
El comité de expertos que asesora al gobierno en la respuesta a la pandemia aprobó la noche del martes esa medida, a petición del primer ministro, Naftali Benet, quien celebró la decisión y se comprometió a iniciar la campaña “de inmediato” para frenar la quinta ola y la propagación de la variante ómicron.
Más de cuatro millones de personas ya cuentan con la tercera dosis de la vacuna Pfizer en Israel, uno de los primeros países del mundo en impulsar con éxito en el verano esa campaña de inoculación con la que lograron contener la cuarta ola de la pandemia.
Aunque la decisión aún requiere el anuncio formal del Ministerio de Salud, su titular, Nitzan Horowitz, también celebró en Twitter la noticia y destacó que “la prioridad es proteger a los adultos mayores, que son más vulnerables, y mantener a salvo al personal médico”.
Con más del 62% de la población inoculada con al menos dos dosis de Pfizer y casi un 45% con tres dosis, el foco de la campaña de vacunación estaba puesto hasta ahora en los niños de entre 5 y 11 años, que registran cifras de inoculación muy bajas (solo el 11% ha recibido al menos una dosis) a pesar de poder recibir su dosis desde hace ya un mes.
Además, el comité de expertos también aconsejó que el periodo entre la segunda y la tercera dosis se reduzca de cinco a tres meses, para aumentar los niveles de inmunización cuando la variante ómicron se propaga por Israel, que ya ha confirmado más de 340 casos, tras duplicarse la cifra en solo un día.
Comentarios
0 comentarios