Portland, Oregón, vivió otra noche de tensión tras nuevos enfrentamientos entre manifestantes y agentes federales frente a una instalación del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Lo que comenzó como una protesta pacífica escaló rápidamente cuando las autoridades utilizaron gases lacrimógenos y granadas de humo, en medio del creciente malestar por la política migratoria agresiva del expresidente Donald Trump.
Desde finales de septiembre, cientos de personas se han reunido frente al edificio federal ubicado en la esquina de Macadam Avenue y Bancroft Street. En respuesta, el 29 de septiembre Trump ordenó federalizar a 200 elementos de la Guardia Nacional de Oregón bajo el Título 10, una medida tomada sin el consentimiento de la gobernadora Tina Kotek ni del alcalde de Portland, Keith Wilson, quienes calificaron la acción como “innecesaria e ilegal”. Ambos sostienen que las protestas están bajo control y son mayoritariamente pacíficas.
Ese mismo día, la jueza federal Karin J. Immergut emitió una orden de restricción temporal (TRO) que bloquea el despliegue federal hasta el 18 de octubre. En su fallo, de 31 páginas, advirtió que no hay evidencia de una amenaza a la seguridad nacional, y que la intervención viola la Décima Enmienda. La Casa Blanca anunció que apelará la decisión, acusando a la jueza de hacer una “guerra legal” contra el gobierno.
Trump también envía tropas a Chicago; gobernador se opone
Mientras tanto, Trump autorizó también el envío de 300 elementos de la Guardia Nacional de Illinois hacia Chicago, desatando una nueva polémica con el gobernador demócrata JB Pritzker. Según la portavoz presidencial Abigail Jackson, las tropas tienen el objetivo de “proteger activos federales” frente a lo que calificaron como “disturbios violentos y anarquía”.
Pritzker, por su parte, denunció haber recibido un ultimátum del Departamento de Defensa: o activaba a las tropas estatales, o permitiría una movilización federal directa. “Es escandaloso y antiestadounidense”, dijo el gobernador, asegurando que las fuerzas locales ya están colaborando eficazmente con las agencias federales.
Las tensiones en Chicago se intensificaron tras recientes redadas migratorias en zonas como Brighton Park, donde incluso ciudadanos estadounidenses fueron detenidos por error. El clima se agravó este sábado, cuando una mujer resultó herida en un tiroteo durante una protesta, y más de una docena de personas fueron arrestadas el día anterior.
Aunque aún no hay una fecha confirmada ni ubicación exacta para el despliegue en Chicago, se espera que las tropas lleguen en las próximas horas o días, probablemente cerca de instalaciones de ICE en Broadview. Actualmente, unos 300 agentes federales ya operan desde la Estación Naval Great Lakes.
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