Tesla ha ordenado el retiro de 46,000 unidades del Cybertruck por un defecto en una pieza externa adherida al techo mediante un adhesivo estructural. La falla representa un riesgo, ya que el panel podría desprenderse durante la conducción.
El componente afectado es una tira de acero inoxidable que conecta el parabrisas con el techo del vehículo. En lugar de estar fijada con soldadura o anclajes mecánicos, fue adherida con un pegamento que, según la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA), es vulnerable a condiciones ambientales como el calor o la humedad. Esto puede provocar que el adhesivo pierda efectividad con el tiempo y que la pieza se desprenda mientras el vehículo está en movimiento.
Los modelos afectados fueron fabricados entre noviembre de 2023 y febrero de 2025. Tesla notificará a los propietarios y realizará las reparaciones de manera gratuita. La solución contempla el uso de un nuevo adhesivo de mayor resistencia y la incorporación de refuerzos adicionales, como remaches internos.

Este retiro se suma a una serie de fallos que han acompañado al Cybertruck desde su lanzamiento. A pesar de haber sido presentado como un vehículo robusto, con carrocería de acero inoxidable laminado en frío y un diseño pensado para resistir impactos, el modelo ha registrado ocho retiros técnicos hasta la fecha. Entre ellos se encuentra el recordado incidente con los vidrios «ultrarresistentes», que se fracturaron durante una demostración en vivo.
Además del problema técnico, algunas compañías aseguradoras han comenzado a tomar distancia del modelo. En Estados Unidos, GEICO ha limitado la cobertura para unidades del Cybertruck, argumentando que el vehículo no cumple con ciertos lineamientos internos y que su reparación representa un reto operativo y económico.

El Cybertruck fue concebido como una propuesta radical en el mercado de las pickups eléctricas, con una estructura exoesquelética que convierte la carrocería en parte de la arquitectura del vehículo. Sin embargo, el uso de materiales poco convencionales y decisiones de ensamblaje como esta, han derivado en cuestionamientos sobre su funcionalidad y viabilidad a largo plazo.
El caso vuelve a poner sobre la mesa la tensión entre innovación y seguridad. En un modelo que presume resistencia extrema, una falla en el pegamento que mantiene una pieza en su sitio termina por revelar que no todo diseño disruptivo está exento de problemas estructurales básicos.
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