Washington — El expresidente Donald Trump firmó este lunes una orden ejecutiva con un mensaje claro para las farmacéuticas: tienen 30 días para bajar voluntariamente el precio de los medicamentos recetados, o enfrentarán restricciones en lo que el gobierno está dispuesto a pagar por ellos.
La medida apunta directamente a uno de los temas que más afectan el bolsillo de los estadounidenses: el costo de los medicamentos. Según lo estipulado, el Departamento de Salud, encabezado por Robert F. Kennedy Jr., será el encargado de negociar nuevos precios durante el próximo mes. Si no hay acuerdos, el plan B es contundente: se creará una norma que vincule los precios de los medicamentos a los más bajos que se pagan en otros países.
«Vamos a igualar», dijo Trump durante una conferencia de prensa. “Todos vamos a pagar lo mismo. Vamos a pagar lo que paga Europa”, remarcó, haciendo referencia a países donde los medicamentos suelen tener costos mucho más bajos que en Estados Unidos.
Con esta orden, la Casa Blanca busca presionar a la industria farmacéutica para que se alinee con prácticas de precios más justas a nivel global. ¿Funcionará? El reloj ya está corriendo.
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