Al menos 724 personas murieron en el sismo de magnitud 7.2 que golpeó a Haití, informaron el domingo las autoridades.
Más de 2 mil 800 personas resultaron heridas en el terremoto registrado en la mañana del sábado, informó la agencia de protección civil del país.
El primer ministro Ariel Henry indicó que estaba destinando todos los recursos gubernamentales disponibles para ayudar a las víctimas en las zonas donde los poblados fueron destruidos y los hospitales se ven rebasados por la llegada de heridos.
Mientras los equipos de rescate luchaban por encontrar sobrevivientes enterrados bajo los escombros.
El sismo destruyó cientos de casas y edificios en una nación que se recupera aún de otro gran temblor hace 11 años y vive agitada tras el asesinato de su presidente el mes pasado.
El suroeste de Haití fue el más afectado, sobre todo la región de la ciudad de Les Cayes y sus alrededores. En una conferencia de prensa el domingo, funcionarios haitianos dijeron que el número de víctimas del desastre aumentó a 724, mientras continuaban las labores de rescate.
Iglesias, hoteles, hospitales y colegios quedaron gravemente dañados o destruidos.
“Necesitamos mostrar mucha solidaridad con la emergencia”, dijo el primer ministro de Haití, Ariel Henry, un neurocirujano que fue puesto al frente del atribulado país tras el asesinato del presidente Jovenel Moise el 7 de julio.
Las operaciones de rescate se complicarán con la llegada de la tormenta tropical Grace, que golpeará Haití el lunes con fuertes precipitaciones. También es posible que haya marejadas ciclónicas, dijo el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
En el Vaticano, el Papa Francisco instó a las naciones a enviar ayuda rápida. “Que la solidaridad de todos alivie las consecuencias de la tragedia”, dijo a los peregrinos y turistas en su bendición dominical en la Plaza de San Pedro.
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