El chino Liu Yang, el surcoreano Shin Jea-hwan y la estadounidense Jade Carey consiguieron el lunes el oro en sus pruebas de gimnasia en los Juegos Olímpicos, pero una vez más fue Simone Biles la que acaparó los focos al confirmar que volverá a competir en la final de barra de equilibrio.
Biles, que no participaba en la competición desde la semana pasada cuando abandonó abruptamente la prueba por equipos después de un salto alegando problemas de salud mental, regresará el martes a la final de viga para asegurar un cierre exitoso en el calendario de gimnasia.
“Estamos muy contentos de confirmar que mañana verán a dos atletas estadounidenses en la final de barra de equilibrio: ¡Suni Lee Y Simone Biles! ¡Estamos deseando verlas a las dos!”, dijo USA Gymnastics en un comunicado.
La estadounidense de 24 años, que ganó cuatro oros en los Juegos de Río de 2016, abandonó las finales del concurso completo, por equipos, el ejercicio de suelo, el salto de potro y las barras asimétricas.
Después de haber pasado la semana pasada sentada en las gradas como animadora en lugar de encender el estadio con sus asombrosas habilidades acrobáticas, Biles tratará de poner fin a unos Juegos Olímpicos tumultuosos con un éxito rotundo.
Antes de que Biles regrese, Carey aprovechó para redimirse después de desperdiciar su oportunidad de obtener una medalla en la final de salto femenino del domingo, donde terminó última.
Carey, la única integrante del equipo femenino de Estados Unidos sin medalla y a la que le quedaba una última chance, respondió con un esfuerzo lleno de energía en el ejercicio de piso para suceder a Biles como campeona olímpica con una puntuación de 14.366.
“Simone, sobre todo, me ayudó a dejarlo pasar (el salto) y a seguir adelante. Me dijo: ‘Salgamos a arrasar en el suelo’. Y eso es lo que hice”, dijo Carey, quien hizo la forma de un corazón con sus manos mientras reconocía la estruendosa ovación de sus compañeros de equipo.
“Estoy muy orgullosa de que haya vuelto. Ha pasado por muchas cosas en estos Juegos Olímpicos, así que estoy muy orgullosa y contenta de que vaya a por la viga mañana”.
Biles es la actual campeona del mundo en barra y se hizo con un bronce olímpico en este aparato en Río. Pero ha sufrido una crisis de confianza en Tokio al sufrir bloqueos mentales durante las secuencias de ejercicios.
A pesar de no competir, Biles ha sido una presencia constante en el Centro de Gimnasia Ariake durante la semana pasada para apoyar a sus compañeras de equipo.
MÁS OROS
La italiana Vanessa Ferrari, campeona del mundo en 2006 y que participaba en sus cuartos Juegos Olímpicos, finalmente subió al podio olímpico con su rutina “Time to Say Goodbye”. La gimnasta de 30 años se quedó sin el bronce en los Juegos de 2012 por la regla de desempate y volvió a ser cuarta en Río.
Angelina Melnikova, del Comité Olímpico Ruso (ROC), y Mai Murakami compartieron el bronce tras lograr marcas de 14,166, que no pudieron ser separadas por el grado de dificultad o la ejecución. Murakami se convirtió en la primera mujer japonesa en ganar una medalla olímpica de gimnasia individual.
El oro de Liu en anillas fue el primero de China en la competición de gimnasia de Tokio y el primero en aparatos desde los Juegos de Pekín 2008. Liu superó a su compatriota You Hao con una puntuación de 15,500 lo que significó un doblete de medallas para el equipo asiático.
El griego Eleftherios Petrounias, ganador del oro en anillas en los Juegos de Río 2016, se llevó el bronce.
Por su parte, el surcoreano Shin Jea-hwan y el chino Denis Abliazin terminaron con una puntuación media idéntica de 14,783 en sus dos saltos. Sin embargo, Shin se adjudicó el primer premio tras obtener la mayor puntuación individual en el salto, 14.833, frente a la mejor marca de Abliazin, 14.800.
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