En un mundo donde la lealtad y el amor incondicional a menudo se asocian con las relaciones humanas, la historia conmovedora de Rubí, una fiel perrita, recuerda que los lazos entre animales y seres humanos pueden ser igualmente poderosos y conmovedores.
En diciembre de 2021, la vida de Perla Yulissa Corrales Juan, una joven residente de Sonora, dio un giro desgarrador cuando desapareció sin dejar rastro. Atrás quedó su fiel compañera, Rubí, una cachorra que creció sin comprender por qué su amada dueña ya no estaba a su lado.
El paso del tiempo no borró la esperanza ni la devoción de quienes la amaban. Durante más de tres años, la incertidumbre y la búsqueda fueron una constante en la vida de quienes anhelaban encontrar a Perla, entre ellos, su familia y el colectivo Madres Buscadoras de Sonora.
Finalmente, en febrero, un rayo de esperanza iluminó la incertidumbre. Los restos de Perla fueron descubiertos por las incansables buscadoras de Sonora. Sin embargo, lo que ocurrió a continuación conmovió profundamente a todos los presentes.
En un gesto de lealtad y amor que parece sacado de las páginas de una historia de ficción, Rubí estuvo presente en el momento de la despedida final. La perrita acompañó a su amada dueña hasta el panteón donde reposarían sus restos. Entre lágrimas y con el corazón desgarrado, Rubí rodeó la tumba de Perla con una mezcla de desesperación y amor, como si entendiera el profundo significado de la pérdida que había sufrido.
Las imágenes de Rubí junto a la tumba de Perla son testimonio vivo del amor inquebrantable que existe entre los animales y sus cuidadores. En medio del dolor y la tristeza, la perrita demostró una lealtad que trasciende las palabras y conmovió a muchos.
El padre de Perla, Jesús Clemente Corrales Quijano, agradeció con profunda emoción el gesto de las Madres Buscadoras de Sonora hacia Rubí. Reconoció la lealtad y el amor que la perrita mostró hacia su hija hasta el último momento, destacando que en ocasiones, los animales pueden superar con creces la comprensión humana en cuanto a amor y fidelidad se refiere.
“Su perrita estuvo con mi hija hasta despedirla al panteón, no se despegó de ella hasta el final, tuvo mucho más amor, que algunos humanos tenemos en estas ocasiones. Gracias a todas las Madres Buscadoras por este homenaje y reconocimiento que le hacen a la Rubí, su perrita de mi hija”.
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