El huevo es uno de los alimentos más consumidos en los hogares mexicanos. Sin embargo, su correcta conservación y manejo se suma importancia para evitar enfermedades y aprovechar al máximo sus beneficios. La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) compartió una serie de recomendaciones que ayudan a conservarlo fresco por más tiempo y aquí te contamos los detalles.
¿Dónde es mejor guardar los huevos?
Aunque en supermercados y tiendas de abarrotes los huevos suelen mantenerse a temperatura ambiente, la Profeco aclara que en casa deben almacenarse en el refrigerador. Eso sí, no en la puerta, como muchos acostumbran. Las constantes aperturas provocan variaciones de temperatura que pueden afectar su frescura y aumentar el riesgo de contaminación.
La zona más estable del refrigerador, como los estantes centrales, es la más adecuada para conservarlos.
Un error común es lavar los huevos justo después de comprarlos, pero la Profeco recomienda no hacerlo hasta el momento de cocinarlos. Al mojarlos antes de tiempo, se puede dañar su capa protectora natural, permitiendo el ingreso de bacterias.
¿Cómo saber si el huevo está en buen estado?
Antes de comprar, se sugiere elegir huevos con la cáscara limpia y sin fisuras. Ya en casa, un truco útil para comprobar su frescura es romperlo sobre un plato: si la clara se mantiene unida y no se desparrama, está en buen estado. Una clara muy líquida o aguada indica que el huevo ya no es tan fresco.
Además, si al abrirlo detectas mal olor o algún color extraño, es mejor desecharlo de inmediato.
¿Qué cuidados se deben tener al manipular el huevo?
La Profeco recuerda que el huevo puede ser transmisor de bacterias si no se manipula correctamente. Por eso, es fundamental lavarse las manos antes y después de tocarlo, así como limpiar los utensilios usados para evitar la contaminación cruzada.
También es importante no separar la yema de la clara usando la cáscara, ya que en su superficie pueden estar presentes patógenos como la salmonela.
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