Ayer por la noche un tornado arrasó parte de Matador, un pequeño pueblo en el norte de Texas, dejando a su paso por lo menos cuatro personas muertas y otras diez sufrieron heridas: “La localidad de Matador ha experimentado un tornado sin precedentes con vientos dañinos para la ciudad”, detalló en Twitter el Cuerpo de Bomberos de Lubbock, una ciudad ubicada a unos 95 kilómetros de ese pueblo.
Pat Smith, titular de la alcaldía de Matador, con una población de alrededor de 570 personas, dijo a los medios que los equipos de socorro seguían sacando residentes de los escombros y que habían retirado algunos cadáveres, además siete personas fueron llevadas a hospitales en ambulancias y otras tres en vehículos privados, indicó el Cuerpo de Bomberos.
El meteorólogo David Payne, de la estación KWTV de televisión en Oklahoma City, señaló que la magnitud de la destrucción indica que el tornado fue de categoría EF4 en una escala de un total de cinco: “Es algo que jamás había visto en mi carrera”, dijo a los medios Derek Delgado, portavoz del Cuerpo de Bomberos de Lubbock. “El número de equipos de socorro que han venido de todo el estado para ayudar a esta localidad es verdaderamente notable”.
El Servicio Meteorológico Nacional indicó que una tormenta se formó al anochecer del miércoles cerca de la ciudad de Amarillo, al norte de Matador, antes de azotar ese pueblo y causó vientos de hasta 175 kilómetros por hora en la ciudad de Jayton y fuertes granizadas. La plataforma PowerOutage informó que en todo Texas hay más de 82 mil hogares y comercios sin energía eléctrica.
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