Cada año, durante celebraciones como las Fiestas Patrias, Navidad o Año Nuevo, el uso de fuegos artificiales se vuelve parte del ambiente festivo. Sin embargo, lo que para muchos es una tradición visualmente atractiva, representa una verdadera pesadilla para millones de mascotas, especialmente perros y gatos.
El impacto de la pirotecnia en perros y gatos
La razón por la que los fuegos artificiales afectan tan intensamente a los animales domésticos tiene que ver con su sistema auditivo, mucho más agudo que el de los humanos. Mientras que una persona puede tolerar ruidos de hasta cierto volumen sin daño, un sonido superior a los 150 decibelios —como el que produce la pirotecnia— puede resultar ensordecedor e incluso doloroso para un perro o un gato.
Además del ruido, el factor sorpresa es otro desencadenante clave. Las explosiones no tienen un patrón predecible, lo que activa el sistema nervioso simpático de los animales, provocando reacciones como taquicardia, hiperventilación, temblores, jadeo excesivo y un estado general de alerta o pánico.
En el caso de los perros, estos pueden correr desesperadamente por intentar escapar del sonido, lo que a menudo deriva en accidentes o extravíos. Los gatos, por su parte, tienden a esconderse en rincones pequeños y oscuros, y en algunos casos pueden quedarse inmóviles por el miedo.
Con exposiciones repetidas, las mascotas pueden desarrollar trastornos de ansiedad, miedos profundos o conductas agresivas o evasivas como respuesta al trauma.
Cómo proteger a tus mascotas durante los fuegos artificiales
Para minimizar el impacto de la pirotecnia en perros y gatos, existen varias medidas preventivas que los dueños pueden implementar desde casa. Uno de los pasos más efectivos es preparar un espacio seguro: una habitación tranquila, con cortinas cerradas, puertas aseguradas y donde el ruido sea mínimo.
Incluir su cama, mantas, juguetes favoritos o incluso prendas con el olor de su dueño ayuda a crear una atmósfera de confort. También puede usarse música relajante o ruido blanco para amortiguar los sonidos del exterior.
Evitar reforzar el miedo con gritos o sobreprotección es importante. Aunque puede ser instintivo consolar al animal de forma intensa, lo mejor es actuar con calma y permitir que el animal se acerque por su cuenta si busca consuelo.
Recomendaciones para relajar a los perros durante la pirotecnia
Cuando se trata de perros especialmente sensibles al ruido, existen técnicas adicionales para reducir su nivel de ansiedad. Una de ellas es envolverlos con una manta tipo “swaddle” o usar chalecos antiansiedad, que generan una ligera presión constante en el cuerpo del animal, similar al efecto de un abrazo.
El contacto físico suave también puede ayudar, siempre que el perro lo permita. Forzar la cercanía puede incrementar su nerviosismo.
En casos más severos, se recomienda consultar con un veterinario sobre el uso de feromonas sintéticas, productos naturales relajantes o incluso medicación temporal para sobrellevar las fechas de mayor exposición a ruidos fuertes.
¿Y si escapan?
Una medida crucial es asegurarse de que tanto perros como gatos tengan una placa de identificación con datos actualizados, o en su defecto, un microchip. En épocas de uso frecuente de pirotecnia, se incrementan considerablemente los reportes de mascotas extraviadas debido a escapes causados por el miedo.
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