Al menos 300 personas murieron a causa de fuertes inundaciones en la provincia de Baghlan, al norte de Afganistán.
Lo anterior es producto de las inundaciones súbitas en la provincia afgana de Baglán, indicó el sábado una agencia de la ONU, y las autoridades decretaron el estado de emergencia en todo el noreste del país.
“Podemos confirmar, a la vista de las informaciones disponibles, que 311 personas murieron en la provincia de Baglán”, declaró Rena Deraz, una portavoz del Programa Mundial de Alimentos (PAM), una agencia de Naciones Unidas.
Al menos “2.011 viviendas fueron destruidas y 2.800 resultaron dañadas”, añadió.
Los servicios de emergencia comenzaron sus labores de auxilio el sábado en Baglán, donde la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), otra agencia de la ONU, indicó anteriormente a la AFP un balance provisional de 200 muertos.
“La OIM mantiene [la cifra de] 200 muertos por ahora”, indicó un portavoz de la agencia.
Numerosos balances contradictorios circulan desde el viernes, cuando fuertes lluvias provocaron riadas de lodo que arrasaron súbitamente miles de viviendas y hectáreas de cultivos.
Las autoridades decretaron el estado de emergencia en las extensas regiones del noreste afectadas por las inundaciones.
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