Erick Vicente Acevedo Romero, chofer de microbús de 33 años conocido ya como el “Héroe de Iztapalapa”, perdió la vida el viernes 19 de septiembre después de luchar durante nueve días contra las graves quemaduras que sufrió en la explosión de una pipa de gas en el puente de la Concordia.
El día del accidente
El 10 de septiembre, una pipa de gas se volcó en el puente, liberando una nube tóxica que alcanzó al microbús que conducía Erick. Según testigos, al percatarse del peligro, detuvo el vehículo y bajó para ponerse a salvo. Sin embargo, al ver que los pasajeros no reaccionaban por el pánico, regresó para ayudarlos a salir. Fue en ese momento cuando la pipa explotó, envolviendo en llamas al conductor y a varios ocupantes.
Una lucha que conmovió a todos
Acevedo fue trasladado al Hospital General Rubén Leñero, en la alcaldía Miguel Hidalgo, con quemaduras en el 100% de su cuerpo. Su familia lo buscó durante 14 horas en distintos hospitales hasta que lograron identificarlo gracias a un tatuaje de rosario en la mano, ya que estaba irreconocible por las heridas. Durante más de una semana permaneció intubado y en estado crítico, hasta que finalmente falleció.
La historia detrás del héroe
Tercero de seis hermanos y apasionado de los vehículos desde niño, Erick llevaba una década trabajando como chofer de transporte público. Hoy deja un hijo de 8 años y un legado marcado por su valentía: poner la vida de sus pasajeros por encima de la suya.
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