La exposición al sol es el factor de riesgo de, incluido el melanoma, más fácil de controlar. Y controlarlo, en este caso, implica exponerse en horarios permitidos, tomar los recaudos necesarios y emplear protectores solares adecuados para cada tipo de piel.
Sin embargo, y más allá de las constantes campañas de información, muchos siguen empleando “productos caseros” para acelerar el bronceado. “Utilizar preparados caseros como el jugo de zanahoria y de limón, aceite de oliva o germen de trigo y hasta gaseosas de color oscuro, puede causar lesiones severas, más aún en estos días en que la radiación ultravioleta ha llegado a niveles extremos”,expliaca Miguel Lombardo, presidente de la FACAF, en entrevista para El Clarín.
Los números hablan
La FACAF accedió a una encuesta entre consumidores que determina que el 30% de los usuarios no reaplica el producto en jornadas extendidas al aire libre y un 40% usa los productos comprados el año anterior. Pero, además se reveló un dato que los especialistas consideran aún más grave: el 99% sólo lo usan en la playa o en las piletas, cuando la recomendación de la ANMAT y otros organismos es que deben ser utilizados en cualquier situación de exposición de la piel a los rayos solares.
El informe revela que el 82% de los consumidores adquiere los protectores solares antes de las vacaciones (46% en diciembre y 33% en enero) y que el 67% solicita algún tipo de recomendación (24% a un dermatólogo y 16% al farmacéutico)
¿Qué protección elegir y cómo usarla?
En primer lugar, debemos tener en cuenta que hay que hablar de “protectores solares” ya que no existe el producto que bloquee absolutamente los rayos UV. Pero antes de comprar uno, la doctora Santos Muñoz deja las siguientes recomendaciones:
-Debe tener FPS 30 o mayor, siendo la máxima protección solar autorizada por las autoridades sanitarias mundiales 50+.
-Debe ser de amplio espectro, que proteja de rayos UVA y UVB.
-Debe ser resistente al agua.
Para tener en cuenta
El protector solar debe aplicarse en cantidad suficiente, media hora antes de salir y reaplicarse cada 2 horas o más frecuentemente si se estuvo en el agua o se transpiró mucho.
Además, más allá de las estaciones, debe utilizarse todos los días del año. También hay que tener en cuenta que no se los debe combinar con repelentes, ya que el protector solar debe ser reaplicado cada 2 horas y los repelentes no.
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