En el gran día de Max Verstappen, que ganó en casa en el Gran Premio de Países Bajos, Checo Pérez peleó por su orgullo. El único piloto latinoamericano de la Fórmula 1 arrancó la carrera desde el último lugar y, en una persecución voraz, el de Red Bull escaló hasta el octavo puesto. Los aficionados reconocieron al mexicano con el galardón del piloto del día.
Pérez tuvo una de sus peores clasificaciones este fin de semana. El mexicano no pasó el primer corte y terminó en la decimosexta posición tras quedarse sin tiempo para volver a dar otra vuelta rápida. Red Bull decidió cambiar la unidad de potencia para refrescar el motor y le mandó al fondo de la clasificación, al pit lane.
Checo Pérez no ha visto su suerte desde el Gran Premio de Australia, en junio pasado, cuando una serie de peligrosas maniobras le mandaron del tercer lugar al sexto. El mexicano ha perdido lugares para consolidarse como el tercer mejor piloto de la temporada con 108 puntos frente a Bottas (123) y Norris (114). Ahora mismo es quinto. Las unidades ganadas por el mexicano, sin embargo, mantienen a Red Bull en la pelea por conquistar el campeonato de constructores.
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