La suciedad, manchas y las bacterias en el lavabo suelen ser motivos para que se vea en mal estado y le den un mal aspecto a los baños, por ello te daremos unos consejos para mantenerlos muy limpios.
Para iniciar la limpieza se necesitan dos ingredientes básicos: agua y jabón (detergente). Para conseguir un acabado perfecto, haz movimientos circulares y luego enjuaga el jabón con un poco de agua.
Si te quedan residuos de detergente, con la ayuda de una esponja o trapo limpio termina de remover el jabón restante.
Si tu lavabo del baño todavía está sucio después de una limpieza ligera, puedes rociarlo con bicarbonato de sodio. Solamente debes cubrir toda la superficie sucia. La fuerza abrasiva del bicarbonato de sodio ayudará a quitar las manchas difíciles.
Manchas de óxido
Una de las manchas más difíciles de quitar en el lavabo son las marcas de óxido.
Por ello te recomendamos no colocar ningún objeto de metal dentro de este, o en sus extremos. La presencia de humedad hará que el metal se oxide y dejará una mancha.
En caso de que haya sido tarde nuestro consejo, toma una esponja con bicarbonato de sodio y unas gotas de limón, frótalo contra la mancha para limpiarla.
Cuida el color de tu lavabo
Los lavabos de tonos oscuros son propensos a las manchas blancas como las ocasionadas por los residuos de jabón y la cal (depósitos de calcio).
Con estos pasos para limpiar tu lavabo de baño evitarás esta acumulación de manchas.
Mantener limpias las llaves de los lavabos
Nada da una mala apariencia del lavabo como lo son unas llaves opacas o con sarro.
El truco para mantenerlas cromadas es cortar un limón por la mitad y frotarlo por toda la superficie, puedes usar un cepillo con cerdas largas para llegar a los bordes. Enjuaga con agua y seca con un paño limpio.
Limpia el lavabo diariamente; utiliza una mezcla en partes iguales de agua y vinagre blanco destilado en un atomizador. Rocía y usa un trapo suave y limpio para limpiar la mancha. Repite cuantas veces necesites si la mancha persiste.
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