Lo que inició como una jornada conmemorativa por el 2 de octubre en la Ciudad de México terminó con varios incidentes de violencia, saqueos e incluso incendios provocados en el Centro Histórico, con el Centro Joyero como uno de los puntos más afectados.
Durante el desarrollo de la marcha, grupos encapuchados del llamado bloque negro incendiaron la fachada de una joyería en las inmediaciones de la Plaza de la Constitución, y se presume que sustrajeron algunas piezas del lugar. A pocos metros, un local de una cadena de tiendas de conveniencia también fue saqueado, lo que encendió las alertas en la zona comercial.
En otro punto, en la calle Madero, encapuchados lanzaron objetos incendiarios contra un comercio ubicado cerca del Zócalo, en los momentos finales de la manifestación. También se reportaron enfrentamientos entre manifestantes y elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), particularmente en la calle 5 de Mayo, donde se intercambiaron piedras y explosivos caseros.
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Durante los disturbios, algunos manifestantes arrebataron escudos a los policías y luego les prendieron fuego. Elementos del ERUM ingresaron a la zona para atender a personas lesionadas, mientras más agentes de la SSC fueron desplegados para reforzar el cerco y encapsular a los agresores.
En la marcha participaron distintos colectivos, incluyendo el bloque negro, la brigada Marabunta, organizaciones de derechos humanos, así como contingentes estudiantiles y sociales que se unieron para recordar la masacre de Tlatelolco de 1968. Sin embargo, la jornada se vio marcada por los actos violentos que afectaron seriamente la actividad comercial y la seguridad en el corazón de la capital.
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