El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi) reveló que la inflación en los alimentos sigue imparable durante 2022, cuya tasa ascendió a 11.6% en la primera mitad de la cuesta de enero, su mayor nivel en más de 22 años.
Considerado el compañero perfecto para saborear con tacos, pozole o diferentes tipos de caldos, el limón es el alimento que más se encareció, 179%, un incremento no visto desde hace ocho años. Le siguieron dos de los ingredientes indispensables para las salsas: la cebolla y el tomate verde, con aumentos de 63% y 61%, respectivamente.
Reconocido por ser el alimento principal de los mexicanos, pues 98.6% de la población las incluye en su dieta, las tortillas de maíz se encarecieron 17.6% y fue su mayor incremento en una década. En tanto, la carne de res registró un alza de 16.6%, la más pronunciada en seis años.
Las taquerías y restaurantes aplicaron la mayor subida de precios de las últimas dos décadas debido a los nuevos retos que enfrentan por la inflación alimentaria, los costos del gas y protocolos sanitarios.
En particular, los servicios de loncherías, fondas, torterías y taquerías se encarecieron en promedio 8.9% en la primera mitad de enero de este año frente a la misma quincena de 2021.
Significó el incremento más pronunciado desde la primera quincena de agosto de 2001, cuando el precio de sus servicios aumentó 9.7%, de acuerdo con información que el Inegi dio a conocer esta semana.
Por su parte, los restaurantes elevaron sus precios 7.6% y fue el alza más pronunciada desde la primera quincena de abril de 2002, cuando aplicaron una subida de 7.7%.
La Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) denunció que los negocios no sólo enfrentan la pandemia, que los hizo cerrar en 2020, sino que ahora cargan con el aumento de precios en verduras, frutas, granos, cárnicos y el gas.
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