En cada esquina de México es cotidiano verlos: repartidores con mochilas térmicas de colores chillantes y conductores de apps manejando a todo motor para cumplir los pedidos. Uber, DiDi, Rappi y muchas otras plataformas han convertido a estos trabajadores en piezas clave del día a día para las grandes metrópolis.
Sin embargo, tras ese ritmo frenético, terriblemente voraz: ¿qué pasa con sus derechos? El crecimiento de este sector ha puesto sobre la mesa temas como la falta de seguridad social, la precariedad del trabajo y la responsabilidad que, deberían estar obligadas a asumir las empresas digitales para formalizar estos empleos.
No podemos dejar de lado que, gran parte de este sistema económico se sostiene gracias a jornadas excesivas, salarios paupérrimos —sin olvidar que una mayoría del porcentaje proviene de trabajadores informales quienes, además, no gozan de derechos—, junto a una obvia negación sistemática de las mismas.
ajo este contexto, el Senado mexicano en 2023 comenzó a analizar varias iniciativas para regular esta nueva modalidad de trabajo. No obstante, los avances han sido lentos y las negociaciones entre legisladores, sindicatos y empresas tecnológicas han dejado más dudas que certezas.
Según la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), mediante un anuncio oficial en la red social X, la nueva reforma busca asegurar que las personas que trabajan para estas aplicaciones accedan a:
- Atención médica integral para el trabajador y sus familiares dependientes
- Cobertura en caso de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales
- Acceso a estancias infantiles y otros servicios de apoyo social
- Oportunidad de acumular antigüedad para acceder a pensiones en el futuro
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