Imanol Landeta se convirtió en una de las figuras juveniles más populares de los años 2000. Sin embargo, su camino en la industria del entretenimiento no ha estado exento de desafíos, y uno de los más significativos ha sido la pérdida de su cabello a una edad temprana.
Durante una reciente entrevista en el programa El minuto que cambió mi destino, Imanol compartió detalles sobre su experiencia con la alopecia, revelando que comenzó a perder el cabello a los 14 años.
“Me hacía así con las manos (agarra su cabeza) y me salían pelos. Mi papá me decía: ‘Esto ya empezó’”, relató el actor. A medida que pasaron los años, la situación se volvió más evidente: “A los 22 o 23 años ya se me veía y teníamos que estar haciendo malabares para que pareciera que todavía tenía una gran mata”, confesó, señalando la dificultad de lidiar con una condición que afecta su imagen en un medio donde el aspecto físico es fundamental.
La alopecia, que se caracteriza por la pérdida parcial o total del cabello, puede ser desencadenada por múltiples factores, incluidos los genéticos, las enfermedades autoinmunes, el estrés y los desequilibrios hormonales. Imanol explicó que su padre lo alentó a rasurarse la cabeza, un cambio que le tomó tiempo aceptar. Aunque inicialmente nunca contempló someterse a un trasplante de cabello, no descartó la posibilidad de considerar una “clonación de cabello” en el futuro.
El impacto de la alopecia en su carrera no fue menor
Imanol reconoció que su apariencia influyó en las oportunidades que recibió en el mundo del espectáculo, señalando que no cumplía con el estereotipo del galán de telenovelas. “Sí es uno de los factores porque el estereotipo mexicano del galán de telenovelas no es para nada mi estereotipo”, afirmó, lo que lo llevó a explorar otros caminos. “Me fui moviendo por otros rubros… Yo también quise satisfacer otras inquietudes, mis asignaturas empresariales”, comentó, revelando su interés en el mundo de los negocios.
Nacido el 23 de julio de 1987 en la Ciudad de México, Imanol Landeta proviene de una familia con herencia artística; es hijo del actor Manuel Landeta. Desde una edad temprana, Imanol inició su carrera en la actuación, ganando notoriedad en producciones infantiles como El niño que vino del mar (1999) y Aventuras en el tiempo (2001). Además de su trabajo en televisión, también incursionó en la música, lanzando álbumes dirigidos al público juvenil.
A diferencia de muchos actores infantiles que continúan en la industria, Imanol optó por alejarse del mundo del espectáculo. A lo largo del tiempo, ha explorado diversas disciplinas y ha estado involucrado en proyectos relacionados con la ingeniería, marcando un cambio significativo en su trayectoria profesional. Aunque ha estado fuera del ojo público, sigue siendo recordado por quienes crecieron viéndolo en pantalla.
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