La reforma eléctrica de 2013 tenía el único objetivo de saquear, pues se trataba de un sistema que no tiene relación con un sistema de competencia, sino de atraco, de beneficio a los privados y de injusticia social, aseguró el director de la Comisión Federal de Electricidad.
Al respecto señaló que la nueva reforma a la Ley de la Industria Eléctrica que propuso el Presidente López Obrador y que aprobaron ambas cámaras del órgano legislativo, ha sido blanco de una campaña brutal en contra del trabajo del ejecutivo federal en materia energética, “desde el inicio del gobierno empezó un ataque, sabiendo que el presidente estaba a favor de la defensa de las empresas energéticas del país, por su importancia y trascendencia en la soberanía nacional, en la seguridad energética de México”.
Al respecto de los jueces que votaron en contra de un acuerdo que buscaba la estabilidad en la red del sistema eléctrico, Bartlett sentenció que estos jueces no se han dado cuenta que la red tiene que mantener un equilibrio y confiabilidad, en cambio, con todos los permisos que han otorgado de manera irresponsable, ponen en peligro a todos los mexicanos.
El titular de la CFE pronunció que la oposición no ha revisado verdaderamente el significado de la reforma a la ley de la industria eléctrica, sólo se trata de una campaña de denostación donde defienden la reforma energética de 2013 como si fuera la panacea y no lo es.
Bartlett explicó que a la CFE se le impuso un sistema transitorio llamado “contrato legado” celebrado entre CFE Generación y CFE Suministro básico (la encargada de vender o distribuir la energía a nuestros 45 millones de usuarios)”, donde CFE Generación compromete a Suministro básico a comprar energía cara (combustible) a un privado en un 45%, lo que representa una pérdida de 215 mil millones de pesos y por la energía de base pierde 222 mil millones de pesos más.
CFE Suministro básico es obligada por la reforma energética de 2013 a comprar dicha energía a los privados a través de subastas, “esos que no le pagan a la CFE el respaldo para cubrir sus intermitencias, afirman que son baratas, en lugar de que la CFE genere, tiene que comprarle a los privados en subastas, son caras, es falso que son baratas”, sentenció Bartlett.
El director de CFE expuso otro rubro de la reforma peñista; las “sociedades de auto abasto”, explicó que se trata de un modelo que viene de la ley salinista, en las que un generador privado de energía finge tener nuevos socios, y con esto, tienen derecho a no pagar la red, porque conservan los privilegios de la ley anterior, lo que también se denomina “porteo estampilla”; al respecto aclaró que son 223 centrales eléctricas de auto abasto con 75 mil 656 socios “de paja”, a lo que se refirió como un fraude a la ley pues estas empresas señalan que están al servicio del país y no pagan a costa de la energía del estado, del pueblo de México
En Ley Eléctrica actuaremos por interés nacional, afirma Monreal
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