España informó de más de 500 muertes ligadas a las temperaturas extremas, en momentos en que Europa occidental cuantifica los daños que dejó una abrasadora ola de calor acompañada de voraces incendios, varios aún activos.
Durante la ola de calor, que en España se prolongó del 9 al 18 de julio, “han sido más de 500 personas las que han fallecido como consecuencia de las temperaturas tan altas”, señaló el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, durante una visita a una zona afectada por un incendio en la región de Aragón (noreste).
“El cambio climático mata”, subrayó el líder socialista, quien en los últimos días se ha desplazado a varias regiones del país abrasadas por los fuegos, que ya quemaron decenas de miles de hectáreas y se cobraron la vida de un bombero y a un pastor.
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