Con su cobarde asesinato, en Paraíso, Tabasco, no solo terminaron con la vida del pequeño Dante Emiliano, si no también con la felicidad y tranquilidad de su familia.
Dante Emiliano era un niño que a decir de su mamá, a pesar de su corta edad, tenía muchos planes para su futuro: «Él tenía muchos sueños, quería ser un gran ingeniero como su hermano, porque era un niño muy inteligente”, señaló su mamá.
Agregó que alcanzó a llegar cuando su hijo aún estaba concierte: “Me dijo que me quería mucho y le dije que yo también, demás me dijo que tenía novia y que no se quería morir”.
Dante murió más tarde en el Hospital de Pemex, donde debido a sus lesiones en el abdomen su cuerpo no resistió.
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