A pesar de la opinión del Presidente López Obrador, el actual proceso electoral, en el que se elegirá a la próxima presidenta de México, acumula 749 casos de violencia política, lo que muestra la realidad del proceso y no lo que el Gobierno Federal quiere hacer creer, que éste es un procesos que se desarrolla en paz y cordialidad.
La cifra deriva de un reporte de Integralia, del 7 de septiembre de 2023 al 28 de mayo de 2024, por o que hay estimaciones que para el fin de las elecciones, el próximo domingo 2 de junio, el número de ataques políticos será de al menos 760.
Del total de víctimas, 316 fueron aspirantes o candidatos, 131 políticos o ex políticos, 130 funcionarios o ex funcionarios, 133 daños colaterales y 39 familiares.
Las amenazas han sido las agresiones más comunes, con 233 casos; seguidas de los asesinatos con 231, atentados con arma de fuego, 159, las desapariciones fueron 21, los secuestros 18 y eventos de otro tipo fueron 87. Cabe destacar que en el proceso electoral anterior, de 2018, hubo 382 casos de violencia política.
Según el estudio, Morena encabeza la lista de agresiones con 61, le siguen el PRI con 58 y el PAN con 43 casos. Movimiento Ciudadano registró 30 casos, el PRD 29, el PVEM 20 y el PT 13.
De acuerdo con Vargas Hernández, el crimen organizado ha incidido de manera directa en la participación política y ciudadana, poe lo que advierte que “indudablemente” habrá casos de violencia durante las elecciones del 2 de junio, tales como intervención en casillas y movilización del voto.
Exhorta así a que el Estado reconozca el problema e implemente una estrategia contra el crimen organizado en la que se desmantelen sus bases sociales, fuentes de financiamiento y resquebrajando su sistema de inteligencia.
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