A pesar de asegurar que era inocente y de inconsistencias en su proceso legal, el preso de origen mexicano, Iván Cantú, fue ejecutado por inyección letal después de pasar 22 años preso en el corredor de la muerte de la prisión de Huntsville
En sus últimas palabras, proporcionadas por las propias autoridades, siguió insistiendo en su inocencia: “Me gustaría dirigirme a las familias Kitchens y Mosqueda. Quiero que sepan que nunca maté a James y Amy. Y si lo hubiera hecho, si hubiera sabido quién lo hizo, habrían sido los primeros en saber cualquier información que tuviera”.
Cantú fue condenado a muerte en 2001 por los homicidios de su primo, James Mosqueda, de 27 años, y Amy Kitchen, la prometida de Mosqueda, de 22, ocurridos en Dallas en el año 2000.
La ejecución del preso fue aplazada dos veces, en 2012 y 2023, y su defensa pidió el jueves pasado que se le otorgara una nueva audiencia, pero ayer la petición fue rechazada.
“Quiero que todos sepan que yo no maté a James y Amy”, insistió Cantú, quien dio las gracias a su familia por el apoyo, a sus abogados y a personalidades como el productor de podcast, Matt Duff, que se interesaron por su caso.
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