La lucha del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contra la migración indocumentada alcanza a los menores de edad, a quienes algunos estados ya buscan prohibir su asistencia a escuelas públicas.
El presidente Trump autorizó redadas migrantes en lugares sensibles anteriormente excluidos por la DEA como escuelas o iglesias.
Si bien Denver presentó una demanda para evitar redadas en su distrito escolar, otros estados iniciaron acciones para todo lo contrario.
En Tennessee, legisladores republicanos se manifestaron a favor de que los distritos escolares locales no matriculen a niños sin estatus legal en el país.
Por su parte, en Indiana se presentó un proyecto para que los distritos escolares puedan negar la inscripción a estudiantes indocumentados, y de ser necesario, el fiscal general tendría la responsabilidad de defender a los colegios ante demandas.
Asimismo, exige que las escuelas informen el número de sus alumnos sin papeles, su tasa de asistencia, si estudian inglés y cuántos profesores dan clases de manera bilingüe.
Un proyecto de ley presentado en Texas busca que los distritos escolares contabilicen, a partir del próximo curso, a los estudiantes indocumentados.
El objetivo es que el estado pida al Gobierno federal el reembolso del costo anual de matricular a dichos alumnos.
En Oklahoma el superintendente estatal republicano Ryan Walters se pronuncia porque los estudiantespresenten pruebas de ciudadanía o de estatus migratorio al momento de inscribirse.
Y aunque no se prohibiría la matrícula en caso de ser indocumentado, sí se obligaría a las escuelas a realizar censos.
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