Después de cinco días de estar cerrada, autoridades mexicanas y estadounidenses anunciaron la reapertura de dos cruces ferroviarios en la frontera de México con Texas, esto debido al repunte del flujo migratorio, lo que provocó pérdidas millonarias en el comercio.
Los puntos rehabilitados son el de Ciudad Juárez con El Paso y el de Piedras Negras con Eagle Pass.
Empresarios en Ciudad Juárez señalaron a EFE que el cierre representó un daño por más de 500 millones de dólares en mercancías varadas que solo pueden transportarse por ferrocarril por su peso y volumen.
La CBP había cerrado ambos cruces para destinar su personal al procesamiento de migrantes que han llegado en las últimas semanas en una nueva oleada.
Thor Salayandía Lara, vicepresidente nacional de Maquiladora y Franjas Fronterizas de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), comentó que el cierre provocó afectaciones millonarias a las empresas de ambos lados de la frontera que se estiman en más de 500 millones de dólares.
Lamentó que la medida afectó sobre todo a la industria automotriz y de fabricación de maquinaria pesada porque son las que más usan el tren por el peso de las mercancías, aunque también impactó a la industria agrícola porque importaciones del alimento para el ganado también se hacen por tren.
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