Los tres partidos de la coalición Va Por México anunciaron ahora una alianza legislativa. Es un decálogo de buenos principios, muchos un poco obvios porque a esos los obliga la ley, y con pocas cosas concretas que vayan a proponer, supongo porque anticipan, o así lo confiesan, serán minoría.
El texto, falto de asuntos concretos, evidencia que la negociación no estuvo sencilla. Acá el decálogo: Establecer la función de control constitucional y de gobernabilidad democrática que tiene la Cámara de Diputados. Configurar una Cámara de Diputados responsable, que restablezca el equilibrio entre los Poderes de la Unión. Análisis colegiado e incluyente del Proyecto de Ley de Ingresos, así como la revisión y aprobación incluyente del Presupuesto de Egresos de la Federación. Respeto a la independencia de los órganos autónomos constitucionales. Respeto a la sociedad civil, medios de comunicación y promoción de la unidad nacional. Dignificar y enfocar la labor de las fuerzas armadas. Respeto a la legislación electoral. Estrategia de atracción de inversión, crecimiento económico y desarrollo nacional, con la participación de los sectores empresariales y obreros. Cuidado del medio ambiente, recuperando la transición hacia energías limpias y renovables. Consolidación de una agenda de género inclusiva.
Creo que el decálogo lo hubieran firmado todos los partidos, porque el asunto es lo que, en el detalle, quiere decir cada una de las líneas. No importa.
Importa que es un signo político frente al partido del gobierno de los tres partidos más afectados por lo sucedido en el país los últimos años, como lo escribió ayer Jorge Buendía: 68 por ciento del voto entre los tres en las últimas intermedias, 2015, a 39 por ciento seis años después en las más recientes encuestas. Y que han entendido que solo así podrán significar algo en la próxima Legislatura.
Como sucede después de unas intermedias, no tardarán mucho los partidos aliados en tener la discusión que importa: cómo llegarán a 2024 y con qué candidato. Por más que la realidad del país se siga deteriorando, el candidato o candidata de Morena será favorito, amplio, en ese año.
Los partidos que hoy son alianza tendrán que definir cómo enfrentarán esa elección. Y esa discusión comenzará más pronto que llegue el momento de implementar varios de sus “acuerdos legislativos”. Con la diferencia que la decisión sobre 2024 es la que marcará su sobrevivencia.
@puigcarlos
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