Este martes 1 de octubre, Claudia Sheinbaum Pardo ha tomado posesión como presidenta de México, en una ceremonia oficial celebrada en el Congreso de la Unión. Durante el evento, el presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador, le entregó el mando, marcando el inicio de una nueva era en la política mexicana. Este acontecimiento es especialmente significativo, ya que por primera vez en la historia del país, una mujer ocupa el cargo más alto del gobierno, un hito que muchos consideran crucial para el avance de la igualdad de género en México.
Además, este cambio histórico no solo se refleja en el hecho de que una mujer es ahora la presidenta, sino también en que Jesús María Tarriba, su esposo, asume el título de “primer caballero” de México. Esta denominación contrasta con el tradicional “primera dama”, que durante décadas ha sido utilizado para referirse a las esposas de los presidentes del país.
Aunque el término “primer caballero” es novedoso en el contexto mexicano, es importante señalar que no es un título oficial reconocido por la Constitución. Tanto el primer caballero como las anteriores primeras damas no tienen funciones formales dentro del gobierno, ni reciben un salario por su posición simbólica.
En el gobierno del presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador, su esposa Beatriz Gutiérrez Müller decidió no utilizar el título de “primera dama”, prefiriendo denominarse como ciudadana y tomando un papel activo como coordinadora del Consejo Asesor Honorario de la iniciativa Memoria Histórica y Cultural de México. Al igual que Gutiérrez Müller, Jesús María Tarriba ha dejado claro que no tomará un rol oficial en el gobierno de Sheinbaum.
Sin embargo, se espera que acompañe a la presidenta en eventos oficiales cuando sea necesario, marcando una nueva era en los roles simbólicos de las parejas presidenciales.
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