Como resinera a los daños causados, es que el gobierno chino asignó este martes 28 millones de dólares a las tareas de rescate y socorro, un día después de que un terremoto de magnitud 6.2 sacudiera las provincias de Gansu y Qinghai, dejando al menos 116 muertos.
De esa cantidad, 21 millones de dólares se utilizarán para ayudar al noroeste de Gansu, mientras que los 7 millones de dólares se destinarán a Qinghai.
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