Como muestra de poderío e intimidación, China se ha propuesto mostrar al mundo la magnitud de su enfado por la reciente visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, a Taiwán, que considera una «provocación», por lo que el ejercito chino realizó una de sus mayores maniobras militares en torno a la isla, que incluyeron el lanzamiento de «múltiples tipos de misiles convencionales» frente a la costa este de Taiwán.
El Ministerio de Defensa taiwanés confirmó que Pekín lanzó un total de 11 misiles balísticos Dongfeng en aguas del norte, sur y este de la isla en varios disparos que se realizaron desde cerca de las islas taiwanesas de Matsu y se pudieron ver y oír desde la isla de Pingtan, uno de los puntos más cercanos de China continental a Taiwán.
Durante las prácticas de tiro de estos ejercicios, que Taipéi considera un «bloqueo» y una «violación de sus derechos», los proyectiles «dieron en el blanco con precisión», según el Comando del Teatro de Operaciones del Este del EPL. Tras dar por «completada con éxito» la misión, consistente en probar las prestaciones de los misiles, el portavoz del Comando,
Shi Yi, anunció el cese del bloqueo del espacio aéreo y marítimo para la tarde de este jueves frente a las costas occidentales de Taiwán después de que «las prácticas de artillería acertasen en sus blancos».
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