Lo que hace Yara Beltrán es mágico, “A veces, los niños hasta lloran de alegría”, cuenta esta escritora y senderista que un día, decidió dar un salto al vacío: echar a andar el proyecto CaminaLee.
El amor por los proyectos sociales y humanísticos llevaron a Yara a encontrar su vocación en la comunicación y los proyectos sociales, razón por la cual durante los últimos años ha destacado por impulsar proyectos con una visión humanística y compromiso social.
Cuando sucedió la pandemia por Covid, Yara se dio cuenta de que había una oportunidad para, al mismo tiempo, cumplir sus sueños y ayudar a revertir los efectos del encierro en los niños y adolescentes.
“Los niños estuvieron encerraros mucho tiempo, sin amigos, sin escuelas, sin aprender nada de la naturaleza. Entonces, con la experiencia que yo tenía con el senderismo, de que es una actividad que te conecta y te reaviva, me puse a trabajar en este proyecto que ahora se llama CaminaLee”, explicó.
Se trata de un emprendimiento social que incluye caminatas para niños ya sea en la naturaleza o lugares históricos para generar conexiones, aprendizaje y experiencias a través de la observación del entorno y por medio de historias y cuentos. Al mismo tiempo se fomenta la lectura, la salud física y mental, la convivencia, y la cultura.
Los cuentos son escritos por la propia Yara, que procura que sean historias en las que los niños tengan una experiencia mágica… y lo consigue. “Cuando creamos el concepto, yo quería transmitir este pensamiento creativo que significa conectar la naturaleza con la literatura… algo mágico. Y en efecto, los niños que han participado en CaminaLee sienten esas vibras, esa cosa que no es tangible, pero sientes como un empuje en tus sentidos; es algo que habíamos perdido por estar tanto tiempo encerrados y en la pantalla del teléfono”, añadió.
En el fondo, CaminaLee se trata de eso: aminorar los estragos de una pandemia-cuarentena que mantuvo a nuestros niños ensimismados y, paradójicamente, profundamente desconectados de la realidad a pesar del internet y las redes sociales.
Yara señaló que los niños perdieron muchas habilidades físicas, emocionales y de convivencia debido a la pandemia, y a través de cada caminata ha comprobado que los niños se reconectan con esa parte que es fundamental en el desarrollo del ser humano.
CaminaLee, además, tiene una importancia social ya que, por su naturaleza de proyecto multidisciplinario, ayuda a cumplir con los tres objetivos de Agenda 2030 de la UNESCO: salud y bienestar, educación de calidad y acción por el clima.
“Es un proyecto totalmente transversal que una vez consolidado se puede avanzaral involucramiento de dependencias y estados, desde salud, deporte, educación, hasta cultura, turismo y medio ambiente”, recalcó.
Además, se pueden involucrar escritores, artistas plásticos, entrenadores, guías de turistas, paramédicos, ambientalistas, científicos y maestros.
CaminaLee se puede realizar tanto en senderismo en espacios naturales (bosques, cerros, valles) como en espacios culturales ya que Yara Beltrán desarrolló, por ejemplo, una caminata por el Centro Histórico de Querétaro en el que los niños se apropian de la historia.
El siguiente paso para Yara Beltrán es que el proyecto CaminaLee se convierta en un producto masivo. “Me gustaría, por ejemplo, que se interesaran algunas empresas para ofrecerlo a sus trabajadores y que lo hagan con sus niños. Es algo mágico lo que sucede: caminamos unos dos kilómetros, comemos un lonche, avanzamos otros cinco y ahí leemos el cuento. Al final, los niños visualizan un dibujo que realizan. Hemos tenido experiencias maravillosas… incluso de niños que lloran de la alegría”, finalizó.
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